Una de las características de la evolución del Hombre más maravillosa sin duda es la bipedestación, o capacidad de la marcha con las dos piernas y pies, liberando las manos y brazos para otras actividades.Pero………el envejecimiento se hace notar también en el aparato locomotor. Es por eso que lejos de resignarnos a sufrir una movilidad reducida o torpe, quiero daros a conocer ayudas técnicas con las que se puede contar para desplazarnos con facilidad.
Y no sólo adultos de edad avanzada, también niños o jóvenes que por el motivo que sea ven mermada su movilidad.
Antes sobre todo veíamos ancianos con bastón (los más coquetos con empuñaduras espectaculares) o muletas.
Ahora podemos encontrarnos con bastones de cuatro apoyos, andadores o caminadores, rollator,andadores incluso para ir por la playa, y andadores especiales para personas obesas.
Y es que el movimiento es vida. No debemos abandonar nunca la meta de deambular, de desplazarnos, aunque sólo sea un «poquito» cuando nuestras fuerzas fallan. Y si esto pasa por utilizar estos aparatos,!bienvenidos sean¡
Con la edad nuestros movimientos son más torpes, se pierde seguridad y estabilidad al andar, y fuerza muscular.
Si los ancianos dejan de salir a caminar por ese motivo vendrán otros problemas añadidos como :
- Aceleramos la osteoporosis
- Se instalará o aumentará el sobrepeso
- Disminuirá la capacidad pulmonar y la muscular
- Mayor riesgo de infecciones y úlceras
- Más riesgo de padecer infecciones urinarias
- Mayor estreñimiento……….etc.
!Así que busquemos soluciones¡
Andadores o caminadores
Los andadores para personas con movilidad reducida o caminadores proporcionan cuatro puntos de apoyo por lo que la estabilidad y la seguridad al andar está resuelto.
Pueden ser con conteras o gomas en las cuatro patas o con ruedas en los dos puntos delanteros y gomas en los posteriores.
Los primeros se utilizan sobre todo en terapia de rehabilitación y ambos para espacios interiores,como dentro del hogar por ejemplo.
Permiten pequeños pasos coordinando con el arrastre del andador.
Son ligeros ,muchos de ellos plegables, reducidos en cuanto anchura para poder pasar facilmente por las puertas o entre muebles y objetos.
Existe una gran variedad de modelos según necesidades o especificaciones facultativas. Si es el caso no dudéis en contactar con alguna ortopedia y sus especialistas que con sus consejos os ayudarán a adquirir el producto más adecuado para el día a día.
Por ejemplo muy recomendables los andadores para adultos moverte,sus consejos profesionales y su gran disponibilidad y atención.
Se pueden encontrar andadores especiales para personas obesas o para niños e incluso para andar por la playa.
¿Por qué deberíamos olvidarnos de un buen paseo por la arena de la playa si estamos torpes o con capacidad reducida al caminar?
Estos andadores de playa incorporan cuatro ruedas neumáticas más anchas para que no se atasquen en la arena.
Para personas con más inestabilidad se diseñan andadores con apoyo en los antebrazos e incluso axilar.
Andadores o caminadores para el exterior: Rollator
Otra solución técnica que nos mejorará la calidad de vida si perdemos movilidad son los Rollator, unos andadores con un rendimiento superior para utilizar en el exterior ,calles,plazas,paseos,parques…..aunque también sirven para interior.
Son un poco más grandes y más fuertes.
Es ideal para adultos independientes y con gran necesidad de moverse. Con ellos obtienes estabilidad,maniobrabilidad y capacidad de giro rápida.
Los Rollator son andadores que incorporan en los cuatro puntos de apoyo , cuatro ruedas.
Para evitar problemas con las pendientes tienen frenos como las bicicletas en las manillas.
E incluso llevan un freno de pie para detener el rollator y tranquilamente descansar en la silla que posee.
Y si tienes que hacer tus compras no hay ningún problema, pues suelen añadirles una bolsa para compras de pequeño o mediano volumen o llevar tus objetos más personales.
Cuando a la farmacia vienen abueletes que a pesar de su movilidad disminuida con su Rollator son capaces de volver a una vida de normalidad, sonrío. ¡Quién sabe como estaré yo a su edad!
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¡Hasta pronto!
