Cuando nuestro sistema digestivo rinde al máximo,podemos evitar muchas enfermedades y dolencias menores.
Las enzimas digestivas están muy relacionadas con la salud digestiva y un buen sistema inmune.
¿Sabías que con el paso del tiempo,perdemos capacidad de utilizar correctamente los alimentos ,puesto que nuestras enzimas son menos y menos efectivas?
Algo que ocurre lentamente, pero de repente te das cuenta que aquellas comidas ya no te sientan como antes. Sufres acidez ,digestión pesada,plenitud estomacal, con determinados alimentos y antes no.
!Y no sólo eso¡, el cocinado y el procesado de los alimentos,impide que podamos ingerir junto con ellos aquellas enzimas digestivas, necesarias para el correcto desdoblamiento y utilización de la energía que contienen, y que tanto necesitamos para todas nuestras funciones fisiológicas.
¿Qué son las enzimas digestivas?
Las enzimas digestivas son moléculas de naturaleza proteica, encargadas de catalizar reacciones metabólicas.
En este caso, las reacciones que favorecen son las de transformar las moléculas grandes de los grupos nutricionales principales en moléculas más pequeñas, capaces de atravesar las barreras celulares.
También favorecen la absorción de vitaminas liposolubles.
El tubo digestivo proporciona estas enzimas y además también se encuentran en el interior de las células.
Se incorporan desde la saliva,el jugo pancreático,el jugo gástrico y las secreciones intestinales.
Tipos de enzimas digestivas
- Amilasas
- Proteasas o Peptidasas
- Lipasas
Las amilasas descomponen los polisacaridos o carbohidratos en monosacaridos o azucares simples. Por ejemplo la lactasa , enzima que digiere la lactosa y la transforma en los dos monoazúcares que la componen,glucosa y galactosa.
¿Por qué has de tomar enzimas digestivas?
Recomiendo tomar enzimas digestivas en
- Enfermedades del aparato digestivo que cursan con hinchazón y flatulencia,digestiones pesadas y largas,diarreas o estreñimiento,ardor y acidez de estomago,heces grasosas y con signos de una mala absorción de nutrientes.
- Insuficiencia pancreática exocrina.
- Síndrome de colón irritable.
- Intolerancia a la lactosa.
- Celiacos.
- Curas detox.
- Alergias alimentarias conocidas o inespecificas.
- Pancreatitis crónica.
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¡Hasta pronto!